Tras una redada en una fiesta porno, Madison Ivy fue presa y ahora está en la cárcel, pero ella sabe lo que hacer para salir de allí. No tiene reparos a la hora de follar con un policía y es que todos están como locos con la sensualidad y el morbo que la mujer desprende. Usando su cuerpo y su gusto por el sexo, no tarda en salir en libertad.