Cuando Riley Reid no tiene nada mejor que hacer, se va a su sex shop de confianza para ver si hay alguna película porno nueva que le interese ver, para aprender y para masturbarse. En esta ocasión, le apeteció pasar al glory hole y menos mal que lo hizo, porque la sorpresa fue muy grata cuando se encontró con una polla negra enorme a la que le hizo una mamada muy sucia con garganta profunda.