Para Riley Reid su cuerpo es muy importante, por eso lo cuida con una buena alimentación y sesiones de entrenamiento diarias. Tiene un entrenador personal que no suele fallarle, pero la otra tarde no pudo acudir a la cita y mandó a su hijo en su lugar para que la joven no perdiera su entrenamiento. En cuando vio al chico, ya se puso cachonda, pero esperó a terminar la sesión para zorrearle. No hizo falta empeñarse mucho, pues él ya estaba más que dispuesto a sacar la polla a jugar. Tras una mamada intensa, utilizaron la enorme pelota con la que habían hecho algunos ejercicios para follar.