Una joven morena y su vecino dan rienda suelta a la pasión. Todo ocurrió una tarde en la que ella estaba sola en casa y recibió la esperada visita de su nuevo vecino, al que había visto varias veces de lejos y la había puesto muy cachonda. No dudó en comerle la polla, subirse sobre él, cabalgar y volver a comerle la polla para terminar tragándose su semen.