Una asiática que demuestra ser muy golfa, está paseando por un parque cuando se encuentra con un hombre que le ofrece una suculenta cantidad de dinero por hacerle una mamada. La verdad es que no se lo pensó mucho, en nada estaba de rodillas delante de él comiéndole la polla. Se pusieron tan cachondos que se fueron al coche del desconocido y allí le comió la polla, y como al final la dejó sin llegar al orgasmo, ella se tuvo que masturbar, desesperada por tener uno de los placenteros.