Por fin pude abrir mi regalo de Navidad, uno muy caliente y sabroso. Mi chica apareció vestida solo con un lazo rojo, muy navideño, y el polvazo que echamos fue de los que recordaremos toda la vida. Me hizo una mamada alucinante, aún se me pone dura solo de pensarlo y es que nunca se había puesto ella tan intensa durante una follada.