Una negra muy guarra se lo pasa de maravilla saboreado el rabo de un amigo suyo, también negro, al aire libre. Se encontraron en una piscina, en la que ella pasaba el día en tanga de hilo, muy caliente. Tras la mamada no dudó en masturbarse dentro del agua, hasta que el chico no aguantó más y se corrió a chorros llenando su boca sucia.