La verdad es que estaba cansada y muy aburrida de tener sexo con su novio, el cual es un muerto viviente en cuanto al sexo se refiere. Por eso, cuando su amiga y compañera de piso le enseñó la polla de plástico que se había comprado, pasó olímpicamente de su novio y se fue con ella a tener un encuentro sexual lésbico en la que se dieron placer mutuo y las dos tuvieron intensos orgasmos a base de comerse los coños, masturbarse mutuamente y penetrarse con el nuevo juguete.