Desde la ventana de la cocina vio como la vecina pelirroja tomaba el sol en bikini en la piscina comunitaria, hasta ahí todo normal. Pero al rato, volvió a mirarla y la vio desnuda tocándose de manera disimulada. Ahí fue cuando él decidió aprovechar lo cachonda que estaba ella para ofrecerle su polla… por suerte, la chica estaba receptiva y el calentón que llevaba encima hizo que no le importara follar ahí mismo en mitad de la piscina corriendo el riesgo ambos de poder ser pillados por el resto de vecinos de la comunidad.