A veces el riesgo da sus frutos y fue precisamente lo que le pasó a este hombre, que mientras esperaba a su turno en la sala de espera de un dentista, decidió sacarse la polla y empezar a hacer una paja al lado de una chica bastante atractiva a la que no conocía de nada. La chica al ver el percal, decidió echarle una mano haciéndole ella misma la paja mientras se dejaba manosear los pechitos por el hombre.