La joven rubia Anya Olsen hace poco que comenzó a trabajar como actriz porno y aun no gana dinero suficiente como para que sea su única entrada de dinero. El otro día mientras paseaba por un parque, un hombre le ofreció una buena cantidad de dinero a cambio de una mamada, y no desaprovechó la oportunidad. Se fueron juntos a una zona un poco apartada, y al aire libre, muy cachonda, no solo le comió la polla, también se lanzó a cabalgar y follar con él.