Para Riley Reid el sexo es sexo, y el morbo es morbo, y el sentir placer no tiene género; a ella le da igual follar con hombres o con mujeres siempre que la hagan sentir un placer intenso. Su droga son los orgasmos y en esta ocasión, Jenna Sativa, una buena amiga, es la encargada de proporcionarle varios, en un polvazo entre lesbianas, en el que se comen los coños y se masturban con muchas ganas.