Una joven rubia entra en un despacho buscando ayuda, pensando que iba a encontrar a un profesor , pero se encontró a un viejo gordo que estaba dormido. Al despertarlo, supo que era el padre de su profesor, y el viejo muy salido, no pudo evitar fijarse en la joven y ponerse cachondo. Ella lo notó, y como también está muy salida no dudó en comerle la polla, ponérsela tiesa, y cabalgar sobre su rabo hasta dejarlo seco tragándose su corrida.