Abella Danger, con el morbo que la caracteriza, se metió en la ducha mientras su chico se estaba duchando y acabó comiéndole la polla con garganta profunda incluida y recibió después un polvazo que no podrá olvidar. La situación los puso demasiado cachondos a los dos, y aunque están acostumbrados a tener sexo casi a diario, hacía mucho que no lo hacían de forma tan salvaje.