Como suele hacer varias veces a la semana, Abella Danger acudió a su gimnasio a entrenar para mantenerse en forma. Allí coincidió con un compañero que está empezando y aun no sabe muy bien como debe hacer los ejercicios, pero ahí estaba ella para echarle una mano, aunque quizás la ayuda se le fue un poco de las manos, y el entrenamiento de ambos terminó convirtiéndose en una gran follada por todo el gym que los dos disfrutaron y además les sirvió para sudar la gota gorda.