Su abuelo le había prometido que le iba a regalar la decoración para su nueva casa y ella entusiasmada, tras ver lo bonito que había quedado el salón con el sofá y los cojines nuevos, no pudo evitar dejarse llevar, y sacando a la guarra que lleva dentro, estrenó el sofá, sexualmente hablando, con el viejo de su abuelo, que aún no se cree lo que ha ocurrido con su nieta.