Una agente inmobiliaria estaba desesperada por vender una casa para sorprender y agradar a sus jefes, se jugaba su empleo y una gran comisión así que estaba dispuesta a todo. En la última visita del día fue preparada vestida de forma provocativa y no le hizo falta mucho más, cerró la venta con una follada anal salvaje, y es que ya lo decía ella, estaba dispuesta a absolutamente todo, incluso dejarse petar el culo.