Una joven belleza ucraniana estaba pasando unos días de vacaciones en París, y aunque había intimado mucho con un chico, no se había atrevido a hacer nada, hasta que se dio cuenta que cuando se fuera ya no lo vería más, y entonces decidió lanzarse. Nada mejor que un polvazo intenso en la terraza al despertar por la mañana, con la Torre Eiffel de fondo, para despedirse.