Un día, su hija invitó a unos amigos a casa y mientras ellos estaban reunidos de risas y fiestas, Brandi Love tomaba el sol en la piscina y escuchaba atentamente sus conversaciones. El caso, es que a ella le entraron unas ganas tremendas de acostarse con dos de los amigos de su hija, y una tarde aprovechando que su pequeña iba a estar todo el día en la universidad, la madurita viciosa los citó en su casa y sin tiempo que perder tuvo con ellos un trío interracial que la madura disfrutó muchísimo.