Ese día estaba ella sola en la cafetería ya que su jefe estaba enfermo y no iba a acudir en todo el día. Aprovechó la situación para intimar con sus clientes habituales, aunque quizás con uno de ellos se pasó de la cuenta, porque aprovechando que ya se habían ido el resto de clientes y estaban solos, la muy golfa lo invitó a pasar a su lado de la barra y ahí pudieron dar rienda suelta a la tensión sexual que se creó entre ellos con una follada que ambos disfrutaron muchísimo y que seguro se volverá a repetir pero esta vez en un lugar más íntimo que en una cafetería.