Una colegiala latina pelirroja se queda por la tarde en el aula de castigo. Sola con el profesor, decide sacar a la golfa que lleva dentro para que la hora se le pase más rápido, y tras provocarlo un poco con palabras y poses de zorra, se acerca y le come la polla. Le hace una mamada que lo vuelve loco y ya sin poder resistirse, la sube a la mesa y la penetra con fuerza una y otra vez, provocándole gemidos y gritos hasta que se corre en sus nalgas.