Después de ver esto seguro que vas a pensar que más que un amigo, soy un cabrón, pero bueno, la carne es débil. El otro día quedé con la novia de mi amigo para buscarle juntos un regalo de cumpleaños, y ella no dejaba de insinuarse. Al final me tuve que sacar la polla para que me pudiera hacer la garganta profunda que parecía estar deseando, y vaya si lo hizo, guau, aún flipo cada vez que me acuerdo. Después me la follé con ganas hasta que me corrí en sus grandes tetas. Es una golfa, pero mi amigo es un tipo con suerte, no hay duda.