Una pareja interracial, ella blanca y él negro, disfrutan de unas buenas vacaciones haciendo excursiones en barco los dos solos. Cuando llegaron a una playa solitaria y paradisiaca no dudaron en aprovechar para echar uno de esos polvazos en pareja con un morbo bestial por estar en plena naturaleza con la brisa del mar rozando sus pieles, mientras gemían y gozaban incontrolables de tanto placer.