Como cualquier lunes de su aburrida vida, este hombre entró en una cafetería con la intención se tomarse un café, de repente se da cuenta de que la camarera buenorra y otra clienta que estaba en ese momento en la cafetería empezaron a meterle mano. Aunque al principio estaba muy sorprendido, acabó dejándose llevar y sin esperarlo se vio participando en un trío sexual con dos auténticas golfas sedientas de sexo.