Cualquier mujer que se encuentre a un ladrón en casa husmeándo sus cosas y con intención de llevarse cosas de valor, le daría un pánico terrible y sería una experiencia nefasta que incluso le dejaría trauma a algunas de ellas. Pero en cambio para la tetona Sara Jay fue una oportunidad única de tener sexo aprovechando que tenía un hombre en casa. Le dio igual no verle la cara y que fuera un ladrón, ella solo quería sentir su polla dentro de su coño.