Una española madura disfruta poniéndose encima de un joven cabalgando su polla y es que a esta rubia no le gustan las pollas arrugadas y pequeñas como la de su marido. Ella se va a casa de su vecino cada vez que necesita su polla larga y tiesa y casi sin preliminares se sube directamente encima, porque además le gusta llevar el control y marcar el ritmo de la follada.