Una joven morena estaba muy caliente durante la hora del desayuno, mientras todos comían en familia. Ella no le quitaba la vista de encima a su hermanastro pero parecía que su madre no tenía prisa por irse. En cuanto se quedaron solos se lanzó a por él, le comió la polla y follaron como animales, con prisa y pasión, sabiendo que podrían pillarlos en cualquier momento.