Gina Gerson, una actriz porno rubia y muy delgada, con las tetas pequeñas, acude todas las semanas a darse un masaje y esta vez su masajista puso una cámara a grabar. Primero la masajeó mientras la untaba de aceite, como siempre, pero luego, decidido, se puso a masturbarla y ella no podía parar de gemir hasta que por fin le metió la polla, algo que ella, muy cachonda, anhelaba con ganas.