Una de sus mejores amigas se iba a casar y ella quería organizarle una despedida de soltera especial, lo tenía todo planeado: una sala de fiestas sofisticada y elegante, con cócteles exóticos y camareros cachas semi desnudos, pero a la hora de la verdad, su presupuesto no daba para tanto, y acabaron reunidas en su casa con un hombre que era su vecino al que le comieron la polla después de haber bebido varias botellas del ron más barato. No era lo que planeaba, pero se lo pasaron en grande.