Jessa Rhodes salió de una fiesta muy contenta y no pudo controlarse al invitar a su conductor de Uber a su casa. El hombre no tardó en aceptar y tras esperar a que ella se pusiera más cómoda, se sorprendió al verla con ese conjunto de lencería que claramente lo estaba invitando a algo. Al final, tras unos preliminares muy calientes, ella le suplicó que le follara el culo y eso hicieron, sexo anal salvaje y placentero.