Una joven con gafas acude a la celebración de cumpleaños de un viejo que no se conforma con verla medio desnuda, él quiere su regalo, y tras la merienda con sus viejos amigos, se la lleva al sofá, ella se pone de rodillas y le hace una mamada perfecta. Después, muy cachondo, se la folla como si fuera un joven, sin ningún problema de erección a pesar de su edad, y es capaz de hacerla gozar como nunca antes.