Una joven pelirroja amateur estaba muy tranquila tomando el sol en una playa desierta, cuando apareció un chico bastante apuesto que se sentó junto a ella. Tras una breve charla y sin saber muy bien cómo se puso tan cachonda, se olvidó del sitio en el que estaban, a vista de cualquiera, y se pusieron a follar como animales en celo en diferentes posturas, hasta llegar a la orilla del mar y al orgasmo al mismo tiempo.