Una joven rubia entra en la habitación del sado y se convierte en esclava sexual. Allí la ponen en todo tipo de aparatos, con latéx, látigos, cuerdas, maderas… Le hacen de todo y al final penetran su bonito culo mientras ella grita sin control. Aunque creía que no iba a soportar la experiencia de sexo extremo, lo pasa de maravilla, como algo novedoso y único, pero no volvería a repetir.