Aunque vive rodeada de lujos, a esta rubia tan pija le falta algo en su vida y se trata de un hombre fogoso que la haga sentirse deseada en la cama. El chico siempre parece más pendiente del trabajo que de ella y por eso, decidió serle infiel con el nuevo jardinero. Una mañana apareció por el jardín y se desnudó por completo, atrayéndole e invitándole a probar su precioso coñito. Tuvieron todo el tiempo del mundo y ella al fin pudo disfrutar de sexo duro y de un semental que la trató como una auténtica puta.