En esta discoteca celebraban una fiesta popular a la que suele acudir mucha gente y lo cierto es que el alcohol nunca falta entre tanto joven. En un momento dado, cuando la noche ya había avanzado, las chicas, muy borrachas, comenzaron a hacer mamadas y un chico muy avispado sacó el móvil y se puso a grabarlas, dejando para la posteridad el recuerdo de los tíos al correrse mientras ellas tragan semen.