La joven Mia Khalifa fue a casa de su vecino y éste la confunde con una prostituta a la que había contratado. Ella, al verle la polla decide no sacarlo de su error y aprovechar la ocasión. Aunque al principio estaba un poco intimidada por el negro, supo dar la talla y los dos disfrutaron de un polvazo salvaje que ella no podrá olvidar.