Tenía el día libre y esta morena tetona quiso preparar un picnic romántico con su novio. El chico empezó a mirarla de lejos y sus ojos se fueron hacia ese culito tan rico que ella tiene. La morena se dio cuenta y tras hacerle algunas señas, le cogió de la mano y volvieron a casa. No tardaron en meterse en la cama, donde el chico comenzó a manosear sus perfectas tetazas para luego recibir una mamada increíble que casi hace que se corra antes de tiempo. Ambos lo estaban dando todo y remataron ese día tan especial follando duro y corriéndose al mismo tiempo.