La negra culona va cada día al mismo gimnasio y siempre a la misma hora, nada más abrir, que es cuando está sola y puede entrenar tranquila. La última vez se encontró con un calvo fortachón al que no esperaba y decidieron entrenar juntos. Tanto roce es lo que tiene, y acabaron follando intensamente allí mismo, en mitad del gimnasio, y es lo más morboso que ha hecho la negra nunca.