Mi novia, la sexy Riley Reid, me acompañó a una fiesta en la que estaban todos mis amigos, un grupo de negros bestias a los que ella no se pudo resistir. Al terminar la fiesta, me puso ojitos y me pidió follar con todos ellos, a lo que yo accedí encantado. Nada me pone más cachondo que un gangbang, compartiendo a mi chica, presumiendo de ella y sintiendo el poder de compartirla solo cuando yo quiero. Riley nos comió la polla a todos, que sin mentir ni exagerar, son bastante grandes. Luego, más excitada que nunca, fue recibiendo nuestras penetraciones, incluso dobles penetraciones, mientras chillaba de dolor y de placer intenso. Luego me la llevé a mi casa, y dormimos juntos, abrazados y felices.