Un viejo recibe en su casa a una joven rubia que será su nueva enfermera. Aunque él no necesita a nadie, sus hijos quieren que haya alguien con él en casa por si le ocurre algo, ahora que se ha quedado solo. Pero él no está por la labor, y la enfermera averigua de lo que está hecho el viejo con el mejor polvazo de su vida, al que no le falta de nada, sexo oral, comida de tetas, dedos por el coño y penetraciones profundas en diferentes posturas.