Era el primer día como masajista de Numi Zarah y como es lógico estaba muy nerviosa, pero quién le iba a decir a ella que su primer cliente se iba a convertir ya en su cliente favorito. Y es que el hombre se tumbó en su camilla totalmente desnudo, dejado al aire su enorme pollón negro que sin lugar a dudas llamó la atención de ella, hasta tal punto que en un momento dado ya no pudo soportar más el calentón, y acabó haciéndole el masaje en su enorme polla a base de mamada, paja con sus tetas y finalmente sexo.