Un joven paseaba por la calle cuando una mujer de mediana edad iba en su coche, más atenta al móvil que a la carretera, y acabó atropellando al pobre chico. Como no lo vio muy grave, se lo llevó a su casa y para consolarlo y a la vez callarle la boca, lo puso en un sillón y le comió la boca hasta que tuvo la polla tan dura y se puso tan cachondo que se puso a penetrarla con todas sus ganas. Ni en sus mejores sueños imaginaba follarse a una mujerona así.