Dos jovencitas rubias querían una noche loca lejos de sus novios de siempre y tras salir a una discoteca, conocieron a un negro con el que no dudaron en marcharse y seguir con su locura. Se fueron al apartamento del hombre, que no tardó en sacarse la enorme polla, y decididas a pasarlo bien, hicieron un trío salvaje en el que incluso ellas mismas entre sí, se comieron a besos, devoraron la polla de chocolate y gritaron con cada penetración profunda.