La sexy rubia Sarah Vandella había pedido comida a través de una de esas aplicaciones que lo hacen todo por ti. Cuando llegó el repartidor, ella ya estaba cachonda, y lo vio tan apuesto que lo invitó a entrar, porque prefería comérselo a él que a la comida que llevaba. Disfrutaron de una polvazo salvaje con mucho sexo oral que acabó en una corrida deliciosa en la boca sucia de la rubia.