Esta secretaria rubia y tetona siente devoción por su jefe, que siempre la ha sabido tratar con mucho cariño y respeto, y la milf no tarda en conseguir que el hombre se corra. Una mañana, tras unas horas de trabajo, fue a su despacho y con la intención de lograr que se relajara un poco, no dudó en sacar sus armas de mujer, y lo provocó hasta que lo tuvo como quería y juntos disfrutaron del sexo en el despacho, rápido pero placentero.