Una joven muy bella con un culazo de impresión tiene una sesión de fotos eróticas en la playa, y su fotógrafo, un negro portento que no puede controlarse, acaba regalándole a la joven el mejor polvazo de su vida, al aire libre, con un fondo idílico y su enorme polla entera para ella. Ella le hace una mamada y luego recibe encantada sus penetraciones profundas que la dejan abierta y exhausta tras el clímax.