Sus padres se habían ido a otra fiesta con amigos, así que estos tres hermanos, dos chicas y un chico, tuvieron que celebrarlo solos en casa. Al principio estaban un poco aburridos, pero con la ayuda del alcohol que habían bebido, después de las campanadas y de comerse las uvas, comenzaron a tontear, muy cachondos, y disfrutaron de un trío incestuoso del que nunca podrán hablar. Ellas le comieron la polla a él, y él se las folló a ellas, pensando solo en el placer que sentían, y olvidando por ese rato que eran hermanos y las posibles consecuencias de estar follando juntos.