Una turista colombiana, muy zorra y sin ningún tipo de complejo, liga con un tío en mitad de la calle, al que allí mismo le hace una mamada sin importarle nada las miradas ajenas. Al final, cuando ya se iban a poner a follar decidieron irse a un motel y ya en la habitación dieron rienda suelta a esa química que brotó entre los dos.