Una joven universitaria viciosa con un bonito culo parece que nunca tiene suficiente sexo anal. Esta vez se la folló un hombre al que conoció durante una fiesta, con el que ya ha quedado un par de veces y del que nunca se cansa, normal, viéndole la polla y lo que es capaz de abrir su ano a pollazos mientras ella gime desesperada por sentir cada vez más placer.