Suelo quedarme en casa sola, y me dedico a hacer las tareas del hogar para que al llegar a casa mi madre no tenga que hacer nada, pero mi vecino a veces me interrumpe entrando en casa para pasar el rato, aunque esta vez se sacó la polla y empezó a rozarme con ella, pidiendo sexo. Por supuesto terminamos follando como animales, no hay nada mejor que un buen polvo por sorpresa.